El sábado fuimos a Barcelona, al antiguo monasterio de Sant Pau del Camp, donde Sigrid y Jordi nos enseñan la maravillosa combinación de arte, historia y música. Más de tres horas de "taller" descubriéndonos la arquitectura, la sonoridad y la vibración del canto gregoriano en este precioso enclave. Enriquecedora experiencia.
Aprovechamos después, para dar un paseo por la ciudad, y por esos rincones que siempre nos fascinan, como Santa María del Mar, y después de leer "La Catedral del Mar", es como más tuya, como si la hubieras visto crecer,...
El día soleado invita a dar una vuelta por el Parc de la Ciutadella, donde relucen las restauraciones más recientes.
Atardecer multicolor desde la ventana de mi casa con nubes multiformes espectaculares.
Y el domingo, con la familia nos dirigimos a Santa Eugènia de Berga, en la comarca de Osona, para conocer la fiesta popular Els Tonis, con una antiguedad de 121 años, donde se trata de conservar antiguas tradiciones y recuperar los medios de transporte con animales. Carros y carretas bien engalanados, y unos animales briosos y deseosos de no quedarse en el paro con tanta máquina de gasoil,...
En esta población destaca la iglesia románica, monumento nacional, preciosa por fuera y acogedora por dentro.
Continuamos ruta hasta Vilalleons (por cierto, no vemos ni un león) y por estrecha pista cementada llegamos hasta el Santuari del Puig de L´Agulla, con restaurante anexo bien concurrido. Paseo hasta la Creu de Montagut y damos por terminada la excursión.
Esta comarca, tan próxima a Barcelona, tiene tanto por mostrar. Volveremos pronto a descubrir sus sendas y caminos.