13 noviembre 2010

AFORTUNADO














































Normalmente siempre añoramos y deseamos lo que no tenemos, y no nos damos cuenta de todo lo que nos rodea. Siempre me quejaba de que no tenía tiempo para hacer todo lo que me gusta y mira por donde, un accidente laboral me ha obligado a estar de reposo en casa y "disfrutar" de mucho tiempo libre, por unas semanas.
Ahora puedo leer sin prisas, dormir más horas, tomar el sol, escuchar música,...
(Por supuesto, ahora lo que añoras es la libertad de movimiento y hacer las actividades que podía hacer antes,...).
En fin, este tiempo de reflexión me está sirviendo para valorar muchas cosas y sentirme muy afortunado al mirar atrás y ver todas las oportunidades que la vida me ha ofrecido.
A punto de cumplir 48 años, hago un breve recorrido de grandes momentos vividos y siempre hay un denominador común: deporte, naturaleza y amigos. Muchos años jugando a balonmano, donde aprendí muchas cosas, como trabajar en equipo; otros años de ciclismo aficionado, primero de carretera y después de montaña, con una sensación de libertad increible y grandes experiencias vividas intensamente; la montaña y los espacios abiertos siempre han ejercido una gran atracción sobre mí, necesito subir montañas, descubrir nuevos valles y poder disfrutar de una naturaleza generosa. El atletismo es otra de mis actividades que grandes alegrías me sigue dando, más de 20 años después de mi primera carrera, sigo disfrutando con ilusión de este bello deporte y de los grandes amigos que he conocido con esta actividad.
Otra gran pasión es viajar, conocer otras culturas, otros paisajes, otras formas de ver la vida que nos sirve para reflexionar sobre el mundo en que vivimos.
Haciendo esta mirada atrás en los recuerdos, me considero muy afortunado por haber vivido tantas experiencias y poder compartir tantos enriquecedores momentos con muchos grandes amigos.
Cada persona que pasa en nuestra vida es única, siempre deja un poco de si y se lleva un poco de nosotros.
Gracias por vuestra amistad, y recordar que la felicidad solo es real cuando es compartida.